A veces parezco un zapineador compulsivo. Tras sintonizar durante unos cuantos de los últimos días varios programas de televisión y algunas emisoras de radio y ver que solo hablaban de la señora Cifuentes, intenté buscar otras informaciones en medios más plurales y variados. Alguno encontré que hablara de todo o casi todo, pero no abundaban.

Lo de la señora Cifuentes huele muy mal y puede resultar, si se demuestra, una gran decepción para muchos de los que creemos, además de en su eficiencia, en que podía representar aires de renovación para el PP, pero ¿lo de la presidenta de Navarra convocando manifestaciones a favor de los presuntos delincuentes, víctimas según Podemos, de Alsasua, no es criticable?, ¿no hay nada que decir sobre la presunta trama delincuencial, recién descubierta, de la cúpula del PSOE valenciano?, ¿no estaban juzgando la trama de los ERES de Andalucía?, ¿y lo del profesor que daba clases sin ser licenciado? Sí, aquel que primero decía que sí lo era y luego resultó ¡Uy! que no y que solo fue un error y que total ¿qué más da impartir clases en una Universidad sin estar titulado?, ¿no hay nada que decir de la implicación de ciertos sindicatos en las manifestaciones independentistas?, ¿ya no importa lo de Cataluña?, ¿nos parece bien que la Ignorantísima i Il.lustríssima Senyora (N)Ada Colau cambie el nombre de una calle dedicada a un héroe de la guerra de Cuba por el de un don nadie analfabeto y deslenguado porque aquel era “fascista” años antes de que el fascismo existiera?, ¿no se están peleando ya, como siempre, los errejonistas con los pablistas?, ¿no hay nada que objetar a que se hayan exhibido imágenes de Lenin y Stalin en las manifas a favor de la república del 14 de abril pasado con la asistencia de líderes políticos como Alberto Garzón?
Cada vez se habla menos de los pensionistas y poco se dice del genocidio que se está cometiendo en Siria, si no es para criticar más a Trump que a Putin (que vaya pareja).
Pero... si es que ya ni hay tiempo para hablar de Gürteles, de Púnicas o Lezos y demás mandangas peperas -que ya volveremos a ello-, ni de Pujoles, ni de Puchimones. Nada, ahora lo que toca es ¡Cifuentes!
¡Al ataqueeerrrl! como diría el añorado Chiquito. Que lo importante es cumplir la misión y es que el fin -para algunos- justifica los medios.