¿Hay alguien que haya ido al aeropuerto alguna vez a esperar a un amigo que llegaba de madrugada y no se haya subido al avión en lugar de aguardar en la terminal?, ¿no es eso lo habitual? Ese amigo lo es de Ábalos y se llama Félix Plasencia, el “Ministro del Poder Popular para el Turismo y el Comercio Exterior de la Republica Bolivariana de Venezuela”, que ahí queda eso; personaje casi desconocido para nosotros y que, al parecer, tiene también nacionalidad española, pero ¿cómo podía Ábalos saber que en el mismo aeroplano viajaba la señora doña Delcy Rodríguez, Vicepresidenta del gobierno de Maduro, que tiene vetada la entrada en cualquier país de la Unión Europea -no se le permite permanecer en ningún espacio, terrestre o aéreo, Schengen- y que luego continuaría viaje hacia Turquía? Y aunque nuestro señor Ministro de Transportes se armara un lío al dar explicaciones e hiciera distintos razonamientos, es de tontos y mal pensados, es propio de una oposición que se caracteriza por su deslealtad institucional, insinuar que don José Luis quisiera entrevistarse con madame Delcy -sabe Dios para qué- tal vez por indicación del Vicepresidente del Gobierno español, Pablo Iglesias. Y aunque algunas informaciones del diario Vozpópuli digan que Rodríguez incluso pudo estar luego hora y media en la sala VIP del aeropuerto, ya ha dejado bien claro nuestro Ministro que solo se trató de un encuentro fortuito, tan fortuito que lo último que nos ha dicho es que su colega, el señor Marlaska, le pidió que la señora en cuestión no bajara del avión.... bueno, que queda todo aclarado, así que ¡dejen de incordiar! parecía decir muy enfadado el señor Ministro posteriormente.
Todo lo anterior ocurrió poco antes de que Juan Guaidó, el Presidente Interino de Venezuela, así reconocido tanto por la UE como por el propio Gobierno Español en febrero 2.019, visitara nuestro país y el Presidente del Gobierno se negara a recibirlo a diferencia de lo que han hecho los principales líderes europeos, relegándole a una cita con la Ministra de Asuntos Exteriores -aunque ni siquiera en el Ministerio-, tras dar la ridícula explicación de que ya se han reunido con él muchas veces antes. Por cierto que tampoco habría que echar en saco roto que Sánchez pasara casi desapercibido y no lograra entrevistarse con casi nadie en Davos, pero sí lo haya hecho con un siniestro personaje como el magnate George Soros.
Si usted piensa que todo lo dicho en los dos párrafos precedentes ha ocurrido a causa de los condicionantes impuestos por la formación con la que el partido P-exSOE gobierna en coalición con un Unidas Podemos, el partido liderado por el mismo Pablo Iglesias que ha calificado a Guaidó como golpista y líder de un partido de la oposición venezolana; si lo piensa, repito, pertenecerá usted a ese 95% de españoles que no pueden dormir -corroídos por la envidia, claro-, ese porcentaje de ingratos ante el exitoso gobierno de la nación que tanto y tanto vela por nuestros intereses, del Sánchez que desde hace un mes no puede ni dormir como bien dijera él mismo. Y si encima a usted no le cabe en la cabeza que los Iglesias, Garzón, Montero, Monedero y compañía consideren que la ex Ministra Dolores Delgado, a quien antes tanto denostaran soltando venablos por sus bocas, es una perfecta Fiscal General del Estado, entonces es que usted es un caso perdido e irrecuperable para entender la política, un extremista sin remedio incapaz de asimilar las ideas progresistas.
A estos respectos, he oído un comentario en una emisora afecta al régimen sanchista en el sentido de que nuestra extrañeza ante tales hechos se produce porque esto ha ocurrido muy al principio y que, de haberse dado el caso con la legislatura más avanzada, ya estaríamos acostumbrados y lo habríamos entendido sin mayor problema. Es decir, que se trata de lavarnos el cerebro hasta que estemos dispuestos a comulgar con ruedas de molino. He ahí la cuestión y la verdad es que ya hay bastantes obnubilados.
A todo lo antedicho podemos añadir algunas perlas más. El parlamento Europeo ha decidido investigar los 379 crímenes sin resolver de ETA, en una moción que ha salido adelante a pesar de contar con el voto en contra de los de siempre, pero en esta ocasión también con el rechazo del P-exSOE. Claro que eso no tendrá nada que ver con la abstención de Bildu en la investidura de Sánchez ni con el acuerdo de estos con la presidenta Chivite para sacar adelante los presupuestos de Navarra, no seamos mal pensados. El razonamiento “impecable” es que ETA ya no existe. No diría yo que eso esté tan claro, pero si es así, será que los asesinatos ya no son asesinatos y los homicidas que andan sueltos no son unos execrables asesinos. A lo mejor también es que Franco no está muerto desde hace 40 años, que sigue ahí y que por eso, porque el franquismo sí existe, su régimen debe seguir siendo objeto de nuestras iras por siempre ¿Memoria selectiva tal vez?
Y qué decir de la decisión, que parece firme, de nuestro doctor Sánchez en cuanto a reunirse con el xenófobo, defenestrado e inhabilitado, Joaquim Torra, por imposición del delincuente encarcelado, el preso Oriol Junqueras. Y no, no crean que el Le Pen español (según anteriores palabras de Sánchez) va a tener que desplazarse a Madrid. No, entre Presidentes no debe haber prevalencias y será don Pedro el que se desplace a Barcelona porque así, además, le podrá seguir haciendo el rodaje al Falcon que anda escaso de kilómetros ¿De qué cosas tan importantes tiene que hablar Sánchez con el caducado Torra? Según Pere Aragonés de la independencia, aunque esperamos que la deshonestidad no alcance tan altos niveles.
Felipe González sigue manifestando su desagrado con las decisiones de este Gobierno y, por fin, uno de los barones del P-exSOE se ha decidido a dar algo parecido a un puñetazo encima de la mesa, y ha tenido que ser don Emiliano García-Paje, que para eso es el único socialista que gobierna en su Comunidad con mayoría absoluta y por lo tanto no tiene el menor temor, por ahora, a que le corten la cabeza desde Ferraz. Con retraso tal vez, pero don Emiliano ha expresado algo que piensan muchos españoles de bien. Y ha dicho que cuando el ejecutivo se plantea reformar al Código Penal sin consensuarlo con la oposición y para reducir las penas de sedición como forma indirecta de amnistiar a los golpistas del procés, es que algo va muy mal y que “si lo que se está pretendiendo es aguar el delito de sedición, es tanto como invitar a que se haga todos los fines de semana”.
Tampoco hay que olvidar que estos delincuentes independentistas siguen diciendo que lo volverán a hacer -“ho tornarem a fer”- y es que, claro, ya nos han explicado que es cuestión de diálogo; sí, dialogando con Torra y similares especímenes se puede lograr todo. Al menos todo lo que Sánchez cree que le interesa.
Como decía el comentarista que antes citaba, todo es cuestión de que nosotros nos vayamos acostumbrando a lo que hay. Las cosas a las claras, sin tapujos, sin miedos, sin vergüenzas.