El sanchismo parece haber cosechado otro éxito en la llamada batalla del relato pues ha logrado que gran parte de los medios, sobre todo los más adictos al régimen, hablen tanto o más del asunto del novio de Ayuso, que de la que podría ser -presuntamente, claro- la mayor trama de corrupción de nuestra (al menos de momento) democracia.

Ayuso es una codiciada presa para esta izquierda que no cesa de buscar pretextos, por rastreros que sean, para activar el difusor de excrementos. Tienen poca basura actual que reprochar a la oposición pero recurren a miserias pasadas y rendijas ciertas o falsas, utilizando indecentemente a las instituciones del estado, buscando algo que decir, qué simpleza repugnante mencionar, para escurrir el bulto y no responder a ninguna pregunta sobre su ahora.

El caso Koldo-Ábalos-Sánchez-y más, con veinte detenidos, varios ministros y ex ministros implicados -presuntamente, claro-, tres ex presidentes de Comunidad, una de tales presidenta del Congreso, y hasta la esposa del presidente del gobierno señalada, todos en el alambre -presuntamente, claro-, maletas y otros enseres de la acreditada marca Delcy, asuntos como  los relacionados con Globalia y el Instituto de Empresa, Air Europa, Plus Ultra más tantos otros que cualquier ciudadano normal no alcanza a resumir, amén de la enorme felonía que supone la ley de amnistía, para medios colaboracionistas lamelotodo pesan tanto en la balanza como la presunta falta del novio, antes de serlo, de doña Isabel contra la que ya arremetieron, sin éxito, a través de otros familiares con sucios trucos e ilegalidades; saben que este filón se acabará antes de que se deje de hablar de su corrupción institucionalizada, de la que queda mucho por descubrir, pero no conocen otro recurso y están muy desasosegados.

Llevan mucho tiempo sembrando porquería; lo más destacable comenzó con el asedio a las sedes del Partido Popular durante la jornada de reflexion previa a los comicios de 2004, poco despues del deleznable "pacto del Tinell", y ya recientemente casos como el del hermano de Ayuso, los pelets, la foto de Feijóo de hace treinta años, presuntos “acuerdos de amnistía” del PP con independentistas, caso Tellado “en el sumario” etc., etc., algo que, aunque le saquen poco rendimiento, tampoco les pasa la factura que merecen.

Pero saben que la “sanchosfera” está de despedida. Su absoluta falta de ética les permitirá durar un tiempo no corto, pero es su canto del cisne.