Sin Ley no es posible la democracia, y sin  preeminencia de la Justicia, en el significado más genérico del sintagma, solo cabe la dictadura. Es imprescindible que las leyes sean justas e igual de necesario que las leyes equitativas se apliquen del modo más honesto, porque de nada sirve la Justicia si es arbitraria.

En síntesis, es indispensable que existan leyes justas y que la justicia se aplique con honesta integridad pues, como dijo Albert Camus, si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo.

Aquí siempre hemos defendido “La Justicia” española porque creo que, a pesar de haber cometido numerosos yerros,  cuenta con una gran mayoría de jueces y juezas de probada honestidad, aunque el Sistema Judicial en demasiadas ocasiones dé muestras de debilidad.

Quiero seguir confiando en la justicia a pesar de que:

·      La trama Pujol lleve demasiados años siendo investigada sin que conozcamos en qué punto se encuentran el proceso y "la familia” parezca seguir actuando con total impunidad.

·      Se apartara del caso ERES a una jueza para poner en su lugar a otra que está dejando que prescriban numerosos delitos y haya sobreseído no menos de otros 33.

·      El tribunal Constitucional no haya resuelto en 10 años el recurso presentado por el PP contra la ley del aborto -25 veces más tiempo de la media según leo en noticia publicada por el diario El País fechada el 19 de octubre de 2.019-. Y es que, aunque sería aceptable cualquier resolución, nos cuesta  admitir la callada por respuesta.

·      Sabemos lo que le hubiera ocurrido a cualquiera de nosotros si cobrásemos casi 500.000 euros por un trabajo que nunca se ha mostrado, el informe sobre una moneda sudamericana que Juan Carlos  Monedero dijo haber realizado, un documento por el que nadie hubiera pagado más de 10.000 dólares en el mejor de los casos. Un dinero, en fin, que no se declaró a Hacienda. A nosotros, el entonces ministro del ramo, Cristóbal Montoro, no nos hubiera despachado con una multa y sin pasar informe a la Fiscalía para que investigase el origen del dinero. Mucho peor nos iba a ir a los ciudadanos de a pié en el mismo caso.

·      No sabemos la razón por la que,  habiendo sido  investigado judicialmente Pablo Casado a causa de  un master presuntamente irregular, lo mismo que le ocurrió a la ex ministra del PSOE, Carmen Montón, que tuvo que dimitir (siendo luego ambos exonerados), ningún juez parece haber tenido siquiera la tentación de investigar  de donde salió la tesis de Pedro Sánchez a pesar de la existencia de unas presuntas, pero más que evidentes, muestras de que se trata de un auténtico plagio.

·      Todo parece indicar que pocas o ningunas responsabilidades se van a exigir en el feo asunto del vertedero de Zaldívar donde se almacenaba ilegalmente amianto, y donde aun, más de cuatro meses después del derrumbe, permanecen  sepultados los cuerpos de dos operarios.

·      El xenófobo Torra sigue en su puesto meses después de ser inhabilitado sin que hallamos tenido la sensación de que algo se mueva a pesar de haber cesado el Estado de Alarma; y hemos conocido también que los alcaldes catalanes que promovieron manifestaciones  masivas en sus ciudades ante los hoteles que alojaban a policías y que finalmente fueron expulsados de ellos, han resultado exonerados porque, al parecer, algún juez ha decidido que todo era legítimo por aquello del llamado derecho de opinión.

·      España siga siendo el único país de la UE en el que los okupas no son inmediatamente desalojados de las viviendas que usurpan.

·     Habiendo  ya transcurrido un tiempo desde que se levantó el Estado de Alarma no tenemos noticia de que el caso de las maletas de Delcy la fea siga su curso judicial, aunque esperamos que antes o después se actúe como es debido. Sí, eso, esperamos.

·      Muchos casos contra dirigentes de Podemos, todos, han sido archivados por el TS; los mismos casos y por los mismos motivos por los que que la Fiscalía de EEUU está ya investigando a este partido, aunque aquí ni pase nada ni nadie quiera enterarse de nada.

.     La Fiscalía parezca actuar al dictado de órdenes recibidas y a veces dé muestras de trabajarar más como defensa y voz de su amo, que como acusación, según los intereses electorales del gobierno de turno.

En fin, estos son solo algunos de los muchos casos que podríamos relatar. Pero lo que parece muy grave es que, desde la tribuna de oradores del Congreso, un vicepresidente del gobierno, “casualmente” incrustado en el CNI a frotamiento duro, haya intimidado no solo a la prensa crítica sino, también,  acusado y amenazado a los jueces en un claro intento más de influir en la justicia y seguir su hoja de ruta hacia el control absoluto de todos los poderes del estado, Fiscalía General incluida por supuesto, y que esa coacción parezca estar empezando a surtir efecto.

Queremos creer en la Justicia y en ese Tribunal Supremo que ha archivado una tras otra las muchas denuncias contra un partido que todos, y todos somos todos, por mucha que sea la presunción de inocencia que les ampara, tenemos la convicción íntima de que ha sido financiado por el chavismo y el régimen iraní, que ha recibido dinero en paraísos fiscales y que podría estar metido hasta las cejas en los turbios negocios de los  Maduro, Diosdado Cabello y, como no, Delcy Rodríguez,  la portadora de tantísimas maletas, inmensa valija diplomática que “solo” contenía “documentos”. Todo presuntamente, claro. La mala de la película debe ser la DEA norteamericana que les sigue los pasos a ellos y a J.L. Rodríguez Zapatero, a diferencia de nosotros que somos el colmo de las bondades.

Quiero firmemente seguir confiando en la justicia, pero si resultase que ahora el caso de la famosa tarjeta de Dina Bouselham, de su “robo”, de su destrucción, de la denuncia falsa, del falso testimonio, de la revelación de secretos, de la simulación de delito y la estafa procesal de que se acusa a Pablo Iglesias, más las filtraciones que dos acusadores -uno fiscal anticorrupción, ligado sentimentalmente a la defensora de ambos- hicieron al partido Podemos más muchos etcéteras de todos conocidos y que tienen muy cabreado al juez instructor por sentir que le quieren angañar, si dado que todo, en su caso, deberá ser elevado al Tribunal Supremo y si al final todo acabase en nada, yo, y supongo que la mayoría de los españoles, acabaríamos perdiendo esa fe que aun, y a pesar de todo, queremos seguir teniendo  en nuestra Justicia.