El año recién nacido no nos ha proporcionado una vida ni nueva ni muy distinta, aunque han aparecido algunas cosas diferentes. Poco halagüeño nos parece lo que está ocurriendo en España, pero tampoco en el resto del mundo están mejor las cosas -en muchos casos están peor- aunque eso nos pueda servir de escaso consuelo.

... Lo más novedoso, aunque previsto y esperado, ha sido la constitución del nuevo gobierno andaluz al que habría que darle al menos el margen conocido de los cien días habituales; un gobierno que parece llegar lleno de ilusión y ya veremos como ejecuta esa transición desde el anterior y anquilosado sistema que permaneció más de 36 años en el poder. De momento ya hay algo que no nos parece buena forma de comenzar, aunque hayan conseguido hacerlo pasar bastante inadvertido, tal vez porque el único que se ha quejado haya sido Vox. No nos puede parecer bien que se haya nombrado como “Consejera de Igualdad, Políticas sociales y Conciliación” a una señora que responde al nombre de Rocío Ruiz, perteneciente al partido Ciudadanos, que hace cinco años escribió un vergonzoso artículo en el que manifestaba el desagrado que le producían las procesiones de Semana Santa a las que calificaba como “desfiles de vanidad y rancio populismo cultural”; no nos gustan estas afirmaciones aunque allá ella con sus fobias y sus filias. Pero lo peor del texto es que en el artículo decía, por supuesto sin aportar mayor prueba que la de su personal ignominia, que los “cofrades” y “católicos” rezuman odio, que cuando vuelvan a casa y se quiten los capirotes volverán “al lado oscuro” y los equiparaba a “inseguros , insatisfechos, acaparadores, iracundos, celosos y maltratadores”; todo sin el menor rubor para, tras otras muchas finezas, acabar por decir que nosotros (no sabemos si en referencia a los andaluces o a los todos españoles) “fuimos, afortunadamente, parte de esa esplendida, avanzada y culta civilización árabe”, tal vez queriendo indicar que nuestras tradiciones han convertido nuestra ilustración en algo mucho más primitivo que lo que fue la cultura árabe. Ante las críticas ahora recibidas, se sintió obligada a pedir disculpas con un tweet:
“(…) por un artículo de hace cinco años, pido disculpas a quien pueda sentirse ofendido. No representa ni lo que pienso ni lo que defenderé como consejera de todos los andaluces…”.
Disculpas aceptadas, pero el modo elegido para su descargo no parece el más adecuado ni lo podemos considerar suficiente, no parece sincero y no es persuasivo. Mala nos parece esta designación de Ciudadanos y contemplativos parecen seguir, como siempre, el Partido Popular y el nuevo presidente Moreno que no se ha dado por aludido y se muestra encantado de haber alcanzado el cargo. Por supuesto que ni Adelante Andalucía, confluencia de la que cualquiera de sus miembros podría haber firmado un artículo semejante, ni PSOE, que está a lo suyo, o sea pensando si defenestrar o no a Susana Díaz, se iban a sentir ofendidos por un tema de este calibre. Y por supuesto también que los responsables del nuevo gobierno parecen sentirse tan satisfechos con todo que mejor es mirar hacia otro lado; los únicos que se han quejado de este nombramiento han sido los dirigentes de Vox, algo que a nuestro entender les honra, pero sus quejas fueron desoídas, lo que tampoco resulta extraño dada la animadversión que suscita.

... Pero también hemos conocido cosas sobre este partido que no pueden ser de nuestro agrado. Que su campaña de 2014 y los costes de Vox en sus principios fuesen apoyados por la disidencia iraní, no parece la mejor carta de presentación por mucho que el oscuro grupo opositor iraní, el CNRI, que en tiempos fuera considerado terrorista por más de un estado, en la actualidad pueda pasar por ser el refugio de “los buenos” de aquel país. Tampoco nos gusta haber sabido que Vox mantenga contactos con Steve Bannon, antiguo estratega de Donald Trump hasta que fue despedido y que sigue siendo colaborador con otros movimientos de extrema derecha.
El ascenso de este partido político no ha sido bien recibido por ningún otro aunque el PP se haya visto obligado a aceptar sus votos para gobernar Andalucía, pero llama la atención que tanto sus sedes como sus mítines e incluso las personas que lo representan, estén recibiendo constantes ataques violentos para protestar por lo que consideran su carácter de extrema derecha y que esos ataques estén protagonizados por “democráticos” y bien conocidos grupos antifascistas y otros afectos al independentismo sin que a nadie parezca importar demasiado.

... Después de los pésimos resultados en Andalucía, Podemos ha empezado el año 2.019 con noticias alarmantes para la extrema izquierda con la traición/defección de Errejón, el que fuera uno de los fundadores de esa formación, que se ha pasado con armas y bagajes al grupo de Manuela Carmena después de mucho tiempo de desencuentros con el marqués de Galapagar. No parece que Pablo Iglesias haya sabido sacar consecuencias de una Historia del mundo que lleva decenios repitiéndose, la crónica de la tradicional tendencia de la izquierda a dividirse, mayor cuanto más extrema sea. Su egocentrismo, su soberbia, su caudillismo y su mano de hierro están empezando a traer consecuencias y a pasar factura a su partido. La, incoherente con sus prédicas, adquisición de una “mansión señorial” y su ascenso a “casta” también tendrá mucho que ver con su desprestigio. La verdad es que habíamos creído que era inteligente, pero hasta en eso nos ha defraudado. Ya dijo Alejandro Magno que de la conducta de cada uno depende el destino de todos. Los errores en política se pagan caros y a la espantada de Errejón se ha unido la más reciente de Ramón Espinar. Ninguno de ellos es muy diferente a los otros, solo se trata de luchas intestinas similares a la que mantuvieron Stalin y Trotski, aunque ahora -faltaría más- se desarrollen sin derramamiento de sangre. Oscuros presagios amenazan el mañana de este movimiento cuyo futuro parece más viable a través de la línea de Íñigo Errejón.
Ni que decir tiene que el podemismo es el único pensamiento que sigue apoyando, aún a día de hoy y a pesar de los más recientes acontecimientos, la postura de Nicolás Maduro al frente del gobierno venezolano… y por si fuera poco, Echenique, ¡otro que tal! también ha ahondado su descrédito al haber perdido el recurso que interpuso ante su sanción administrativa por contratar ilegalmente a un asistente. Erre que erre, piensa seguir recurriendo en lo que parecen ganas de volver a sacar el asunto a la palestra cada vez que sufra una nueva derrota en los tribunales en lugar de intentar que todo quede en el olvido.
Y es que Dios los cría y ellos se juntan y separan.

(Continúa en II)