Si hay algo en lo que coinciden todos los analistas, sean del sesgo político que sean, es que el previsible indulto a los condenados por sedición catalanista puede salirle muy caro electoralmente al Partido Sanchista PS, antes llamado PSOE. Unos, los más, se oponen rotundamente a la medida de gracia, más después del demoledor informe del Tribunal Supremo y otros, pocos, aunque consideren procedente el indulto, también admiten que la medida será muy impopular con un coste elevado en futuras elecciones.

Se han posicionado en contra barones y otras viejas glorias socialistas y, según los sondeos, la mayoría de sus votantes social-progresistas también la rechaza. ¿Se ha vuelto loco Pedro Sánchez? ¿De verdad podemos creer que el indulto es la medida valiente de un político que piensa solo en el bien de la ciudadanía? No se me rían.

Autoritarismos como desactivar el consejo de transparencia y graves errores como la nefasta campaña electoral de Madrid no les han hecho rectificar.

Desprecian informes razonados emitidos del Consejo de Estado y legislan con la ley del rodillo. La Comisaría  Europea les dio un tirón de orejas por quererse hacer con todos los resortes del poder judicial, un resquemor al que se ha unido la OCDE igualmente preocupada, pero Sánchez y sus acólitos, tras dar un pasito atrás, siguen presionando al Partido Popular para que acepte sus trágalas en cuanto a la designación del nuevo CGPJ. Europa sigue expectante ante la indefinición y falta de respuestas claras sobre como se pretenden controlar los fondos europeos, y el gobierno, por ende, se pasa por el arco de sus concupiscencias los informes de la Airef al respecto. No contentos con aquel sucio y sospechoso asunto de las maletas de Delcy, han regalado 53 millones del ala a una compañía Aérea quebrada, estratégica dicen, de capital venezolano para seguir dando  muestras a los comisarios europeos de lo que estos genios podrían hacer con las ayudas.

Y, ahora, el peliagudo caso de los indultos. No es solo que el Tribunal Supremo se haya opuesto tajantemente por indiscutibles razones jurídicas, no es únicamente que los condenados no hayan mostrado arrepentimiento, es que siguen manifestando sus intenciones de volver a hacerlo y existe el riesgo evidente de que lo hagan. Ninguna condena fue dictada por revancha, faltaría más. La ley dice que indulto debe ser solicitado por el penado y eso no ha ocurrido ni es probable que ocurra. También que el indulto debe ser individual, no colectivo y que la medida de gracia no puede tomarse para beneficiar al "indultador". El indulto debe ser de utilidad pública y quien crea que la excarcelación de estos individuos puede disminuir la tensión -creada por ellos- en el panorama catalán, después de años de vanos intentos, o es un iluso o se lo hace... o algo peor.

Todo es el resultado de la sempiterna cesión al chantaje de quienes nunca darán un paso atrás ante la debilidad del estado y un gobierno amoral. No osaremos vaticinar lo que pueda ocurrir en futuras elecciones generales porque en dos años pueden ocurrir muchas cosas. Es esa la esperanza a la pueden aferrarse Sánchez y su neobarranquista cohorte, pero parece como si fueran ellos quienes las dan por perdidas y hubieran decidido, a toda costa, no perder apoyos y así garantizarse llegar hasta el final de la legislatura; dejando, eso sí, las instituciones -justicia, orden público, Indra...- lo más colonizadas posible

Detrás de mi el diluvio. ¡Qué más dan los daños al país, qué importa el futuro del partido si Sánchez y sus amigos próximos tienen garantizado el futuro! Ande yo caliente…