Memorias de la Historia y de los "siete de noviembre"
El santoral de hoy, 7 de noviembre del año 2.018 conmemora, entre otros, a los santos Ernesto, Godofredo, Florencio, Amaranto, Aquiles y Prosdócimo y, al igual que ocurre todos los demás días del año, la lista de efemérides resultaría muy extensa por lo que citar todas haría este artículo demasiado largo de modo innecesario; me limitaré, por tanto, a mencionar solo algunas de ellas, que quizá no sean las más importantes puesto que eso depende del criterio de cada cual, pero sí son las que a mi me lo han parecido.
Tal día como hoy:
• En 1.519, tuvo lugar el primer manifiesto de los comuneros de Toledo contra la política de Carlos I
• En 1.917 se inició la revolución rusa con la toma del palacio de invierno
• En 1.987 Federico Mayor Zaragoza fue nombrado director general de la UNESCO
• Y en 1.996 se lanzó la primera nave de la serie Surveyor para averiguar si existe o no vida en Marte.
Los nacimientos más importantes del día fueron:
• En 1.598 Francisco de Zurbarán
• Marie Curie en 1.867
• León Trotsky en 1.879
• Albert Camus en 1.913
Y en el capítulo de óbitos señalaremos que en 1.823 fue ajusticiado por fusilamiento, Rafael de Riego quien, en 1.820, se había sublevado contra el absolutismo de Fernando VII en Cabezas de San Juan y cuyos partidarios acabaron creando el llamado “Himno de Riego”.
Pero en esta misma fecha del año 1.936, tuvo lugar un hecho terrible que ha quedado grabado a fuego en la memoria de la vergüenza de España. Y lo traemos aquí, no porque queramos reabrir viejas heridas sino todo lo contrario, lo traemos aquí porque en nuestro país está vigente una ley llamada de "Memoria Histórica" tan excesivamente selectiva que no hará sino correr un espeso velo sobre tan triste suceso, mientras se nos repiten, una y otra vez, otros acontecimientos igual de ignominiosos pero de signo contrario. Lo traemos aquí para contribuir con nuestro granito de arena a que nunca se olvide que todas las victimas son mártires, que todos los genocidios son holocaustos y que todos los muertos de la guerra civil eran españoles que dieron su vida por España fueran cuales fueran su bando y su ideología.
El hecho es que el siete de noviembre del 36 comenzaron una serie de ejecuciones masivas durante la batalla de Madrid en los términos municipales de Paracuellos de Jarama y Torrejón de Ardoz. Las masacres se extendieron hasta el 4 de diciembre y en ellas fueron asesinadas más de 4.000 personas que fueron llevadas hasta allí por el procedimiento de las “sacas” y ejecutadas por milicianos sin juicio previo alguno, por ir a misa, por ser militantes de derechas, por burgueses o simplemente por considerárseles sospechosos de poder colaborar con el bando nacional.
Que Dios se apiade del alma de todos los asesinados en la guerra civil y, si puede ser, que perdone a todos los verdugos. No podemos pedir venganza para nadie y menos cuando todos ya habrán fallecido.
Y que de una vez por todas seamos capaces de mirar hacia el futuro.