Año nuevo y la vida sigue igual (y II)
(Viene de I)
... El, a no demasiado tardar futuro expresidente del gobierno español, sigue también con la misma costumbre de no hacer nada excepto volar en Falcon.
Inacción absoluta ante el problema de los taxistas pasando la pelota, especialidad del ministro Ábalos, a otras administraciones; interesada inacción, cuando no culpable actitud, ante el desafío del separatismo catalán, a lo que ha añadido su puesta de perfil ante la más reciente situación en Venezuela.
España tiene un compromiso histórico con toda Iberoamérica y una especial responsabilidad con la considerada como novena isla canaria. España debe liderar la postura de la pusilánime UE en contra del régimen de Maduro, pero Sánchez prefiere ponerse de perfil para no molestar a aquellos que pretende convertir en cómplices de unos presupuestos que ya Bruselas consideró negativos. Después de varios días escurriendo el bulto, se le ha ocurrido la “intrépida” decisión de darle un plazo de ocho días a Maduro para que convoque elecciones democráticas, al mismo Maduro que acaba de “ganar” unos plebiscitos fraudulentos después de ignorar a la Asamblea Nacional y después de fabricarse una Constitución a su medida, ¿qué credibilidad podrían tener ningunas elecciones convocadas por este sátrapa? Pedirle a Maduro que convoque elecciones es un despropósito que le presupone y otorga una legitimidad de la que carece y que ya la UE le quitó cuando no reconoció el resultado de los anteriores comicios. Casi todos los estados democráticos de América se han posicionado ya a favor de Guaidó, pero Sánchez solo trata de ganar tiempo pensando que si es Europa quien apoya al citado nuevo líder venezolano, él podrá sacar pecho ante los que defienden la nueva legalidad en ese país y a la vez lavarse las manos ante sus presuntos socios de investidura. Sería la perfecta conjunción entre Pedro-a-secas y el Sánchez presidente del gobierno. Qué otra cosa se podía pedir a quien saca la cara por su colega Idoia Mendía, la señora que cena en Navidad con Otegi, ese hombre de paz a decir de Zapatero.
El nuevo año también ha comenzado con una afrenta de la señora Ministra de Defensa a las Fuerzas Armadas, permitiendo que Juan Carlos Monedero impartiera una conferencia sobre “Gobernanza” a los alumnos del curso de Estado Mayor en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional, lugar en el que también presentó una ponencia la hoy diputada Zaida Cantera. No sabemos de quien fue la idea, pero el hecho se define por sí mismo y nos parece tan incalificable que solo le vamos a dedicar nuestro displicente desprecio sin más comentarios .
... Y, mientras, la tabarra del independentismo catalán sigue pertinaz en su camino hacia la nada infinita. Poco hay que añadir que no se haya dicho ya, salvo que en breve dará comienzo el juicio a los encausados por un presunto delito de rebelión. Esperamos que triunfe la justicia, pero debemos estar preparados para ver y oír todo lo que nos espera que no será poco. Entretanto, el PNV sigue pescando en rio revuelto y mientras se desarrollaba la huelga de taxistas y el Ministro Ábalos se sacudía el muerto, el Ministro del Interior, Grande-Marlaska, se entretenía negociando la transferencia de prisiones con el gobierno vasco.
... El nuevo presidente del Partido Popular, a tenor de lo visto, no acaba de convencer a todos los votantes que perdió a manos de Vox y a pesar de haber celebrado un Congreso Nacional para intentar lograr la unidad y encontrar nuevos caminos, no acaba de crecer, al menos según se deduce de las encuestas. No acabamos de entender la postura de Núñez Feijóo -el que fuera aupado por Rajoy y no precisamente un afecto a Casado- en cuanto al tema del idioma en Galicia. Duro papel el de Pablo Casado que no puede estar seguro de cual es el mejor camino para recobrar el pulso perdido. Quizá debiera recordar lo que ya Martin Luther King dijo: un buen líder no es un buscador de consensos, sino un modelador de consensos.
... No parece que ni el presente ni el futuro inmediato esté demasiado claro en España, pero tampoco podremos decir que en el resto del mundo estén pasando cosas muy positivas. Además de que los consabidos conflictos bélicos y el terrorismo siguen su curso, el “Brexit” británico, los chalecos amarillos en Francia, los dolores de cabeza de Merkel, la crisis migratoria que atenaza a toda Europa, el cierre del gobierno USA, los populismos que también aparecen en toda América, la incapacidad de Macri para enderezar el camino de Argentina… tantos y tantos, son los mismos problemas enquistados que el 2.019 heredó del anterior año 2.018.
La vida sigue igual o parecida.
... Y sin embargo, al menos en el terreno de la solidaridad, los españoles hemos dado un ejemplo admirable al mundo. El ejemplar rescate del pequeño Julen, desgraciadamente sin que fuera posible salvar finalmente su vida, una operación gigantesca que jamás se había ejecutado en el mundo y terminada en el tiempo record de trece días cuando su duración normal hubiera sido de muchos meses, con todo un pueblo unido en el mismo anhelo, con toda la población de la zona participando y colaborando con sus medios, ha mostrado que los españoles somos capaces de unirnos en la adversidad cuando nuestros dirigentes no lo impiden.